viernes, 18 de mayo de 2012

Conclusión personal

Mi opinión general de la obra es buena. La considero amena y entretenida, aunque al principio me costó un poco entenderla, a medida que fui avanzando en la lectura la comprensión se iba haciendo un poco más fácil.
También la veo muy original, sobre todo teniendo en cuenta su época y de echo lo que más me fascina de Valle Inclán es lo adelantado que estaba a su tiempo y lo poco que le importaba, o más bien quizás que lo sabía e incluso le gustaba.

Bibliografía y demás enlaces de interes

Aquí adjunto otro enlace de otra lista de diigo en el que incluyo una serie de links y páginas de interés para aumentar el contenido del blog. Espero que lo encontréis útil e interesante.

Contextualización crítica de la obra.

Para este apartado me voy a ayudar de los marcadores sociales para acercaros la opinión del público hacia Divinas palabras.  En el enlace que voy a dejar podréis ver una serie de criticas, tanto a la obra escrita, como a diversas representaciones o incluso a alguna película basada en la obra. Espero que lo disfrutéis.
Críticas a Divinas palabras

Contextualización literaria

El teatro español del siglo XX podría clasificarse en las siguientes tendencias:
El teatro que triunfa, que se trata de un teatro comercial, muy apreciado por las clases
burguesas urbanas que cuentacon sus espectadores habituales. Dentro de esta tendencia
se pueden distinguir los siguientes grupos :
1.- La comedia burguesa de Benavente y sus seguidores.
2.- El teatro en verso, neorromántico, tradicionalista que incorpora las formas típicas
del Modernismo.
3.- El teatro cómico, en el que podemos observar que predomina el costumbrismo.

El teatro innovador, en el que se hayan:
1.- Las experiencias teatrales de algunos autores de la generación de 98 ( Unamuno y Azorín y evidentemente el teatro de Valle Inclán, en el cual profundizaremos más adelante
2.- Los intentos innovadores de los movimientos vanguardistas y de la Generación del 27. 

Una vez visto este esquema, vamos a comentar un poco cada uno de los puntos para luego centrarnos, por fin en nuestro querido Valle Inclán.

 Don Jacinto Benavente (Madrid, 1866-1957) nos propuso un teatro sin grandilocuencia, con una preferente atención a los ambientes de carácter cotidiano. Se trata de un experto en los juegos escénicos y de un maestro en cuanto a la construcción de diálogos fluidos, su obra supone una amable crítica de los ideales burgueses.
Otras veces intenta el "drama rural" aunque jamás consigue emular  la grandeza de las obras de García Lorca en este campo. 
A pesar de todo, Benavente era aclamado por el público.
 Fue miembro de la Real Academia Española, se le colmó de honores oficiales y en 1922 le fue concedido el Premio Nóbel  

El teatro en verso. 
Supone presencia en los escenarios del modernismo
Pero a estos versos que lo componen, tan sonoros y coloristas se les asocia una "ideología marcadamente tradicionalista" que exalta los ideales de la nobleza, las gestas propias del medievo o los altos momentos del Imperio. 


El teatro cómico. 
Los tipos y ambientes castizos que habían sido la protagonistas de los cuadros
costumbristas propios del Romanticismo vuelven en este momento a la escena de la mano de  autores como 

Los hermanos Álvarez Quintero ( Serafín y Joaquín ), nacidos en Utrera
(Sevilla) y que presentan en sus obras la imagen de una Andalucía totalmente superficial, llena de tópicos y falsa en cuanto a la supresión de cualquier tipo de referencia a los problemas económicos y sociales
  
Carlos Arniches (1866-1943 ). Por una parte produce sainetes ambientados en Madrid y por otra parte escribe lo que él mismo denomina "tragedia grotesca", obras en las que se mezcla lo cómico con lo conmovedor.

 El teatro del grupo del 98. 
Aunque algunos miembros del grupo del 98 intentaron escribir un teatro diferente, sus experiencias fueron un fracaso, al menos en su época. No por ello estas obras dejan de interesantes. Sobre todo las de Unamuno ("Fedra", "El otro") cuyos personajes poseen el mismo perfil atormentado de los protagonistas de sus famosas novelas, y por supuesto las de Azorín ("Angelita", "Lo invisible" ).  Sin embargo, en el grupo del 98, aunque en ocasiones no se le vincule a esta generación, aparece una figura que revolucionará todo el teatro contemporáneo y que servirá de referente para la evolución de este género a lo largo del el siglo XX. Se trata, como no, de Don Ramón María del Valle Inclán.

El esperpento:
Hacia 1920, se produce un cambio en la trayectoria literaria de Valle Inclán. En este año publica cuatro obras teatrales decisivas : "Farsa italiana de la enamorada del rey", "Farsa y licencia de la Reina Castiza", "Divinas palabras"y "Luces de Bohemia". 
La primera mezcla la fábula sentimental y la caricatura punzante con personajes que, con algunas excepciones, son grotescas marionetas. La segunda obra citada es una despiadada deformación  de la corte de Isabel II, tema recurrente también en sus novelas del "Ruedo Ibérico".  En cuanto a "Divinas Palabras" es un violento drama situado de nuevo la Galicia rural ante el espectador desfilan toda suerte de deformidades morales y sociales, mientras los personajes se expresan con un lenguaje desgarrado y brutal.  Ya en estas tres obras se pueden ver trazos "esperpénticos", pero es "Luces de Bohemia" la primera a la que el propio Valle Inclán da el nombre de "esperpento". Con esta palabra (cuyo significado  entonces era el "persona o cosa extravagante, desatinada o absurda" ), designa el autor a esas obras suyas en las que lo tragedia y burla se mezclan con una estética que quiere ser "una superación del dolor y de la risa". Quizás su mejor definición del término se halla en la escena XII de "Luces de Bohemia" , en la que el protagonista Max Estrella
hace la siguiente reflexión: 
"...Nuestra tragedia, la tragedia de España, no es una tragedia. La tragedia es
un género demasiado noble como para reflejar adecuadamente el panorama
español. España es una "deformación grotesca" de la civilización europea. Y ,
por eso, el sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una
estética sistemáticamente deformada. Así, de la imposibilidad de la tragedia
surge "el esperpento". La índole de esa estética nos la quiere explicar
aludiendo a las imágenes distorsionadas que nos devuelven los espejos
cóncavos y convexos, o algunas figuras monstruosas y terribles que aparecen
en los cuadros de Goya."  



A parte de lo anteriormente mencionado existen también declaraciones periodísticas de 1928 del autor en que aborda de nuevo este tema y aclara cuál es el sentido de los personajes esperpénticos. Dice que, según su opinión, hay tres modos de ver el mundo artística o estéticamente: "de rodillas, de pie o levantado en el aire". Si el autor mira desde abajo, de rodillas, los héroes aparecen como seres superiores (es lo que sucede en la tragedia clásica). Si se mira al mismo nivel, de pie, los personajes aparecen como nuestros hermanos (sería el caso de las obras de Shakespeare ). Pero si los miramos desde arriba, estos mismos personajes aparecerán como peleles, como títeres. Los dioses y los héroes se convierten en personajes de sainete. Esta última sería la posición desde la cual escribe Valle.  

La importancia de Valle dentro del teatro contemporáneo es excepcional. Si en sus comienzos compartía con Rubén Darío la estética modernista, el tiempo le llevó a fraguar un "arte de ruptura", libre , abriendo caminos que más tarde serían seguidos. Valle fue más allá de lo establecido en las convenciones estéticas de su tiempo y no se dejó doblegar nunca a los prejuicios de los públicos o de los empresarios. Por ello es considerado como un "vanguardista" que se anticipa  a las nuevas tendencias del teatro occidental posteriores a la segunda guerra mundial.

El satanismo en Valle Inclán:


El satanismo en Valle-Inclán no es solo visible en las posturas y comportamiento de los personajes de algunas de sus obras y en general de los literatos simbolistas decadentes y modernistas, si no que a veces los mismos personajes lo dicen como si incluso alardearan de ello.
En este tema, como en todo, Valle nos muestra una amplia gama de detalles y matices, ya que los rasgos de profanación de lo sagrado, la mezcla de religión y erotismo y el sarcasmo, no se encuentran siempre en la misma medida de intensidad.
Podemos apreciar cierto cinismo, pero con gran mesura, sin llegar a lo blasfemo.

jueves, 17 de mayo de 2012

Vídeos relacionados


Aquí un fragmento de la película Divinas Palabras dirigida por José Luis García Sánchez.





Aquí podemos ver el fragmento final de la obra Divinas palabras representado por la compañía teatral Lope
de Vega.


 Aquí otro fragmento de la película dirigida por José Luis García Sánchez.




En este vídeo podemos echar un vistazo a Vilanova de Arousa, pueblo natal de Valle Inclán



En este vídeo se ve un fragmento de Luces de bohemia, otra obra de Valle Inclán


Este es un interesante documental sobre el modernismo y la generación del 98

Contextualización histórica

A pesar de que la obra en principio es ahistórica podemos ubicarla fácilmente en la España de la restauración.
Desde 1875 hasta 1885 en España gobierna AlfonsoXII. Fue un reinado bastante pacífico que finalizó con su prematura muerte provocada por una tuberculosis. Tras la muerte de AlfonsoXII comenzó la regencia de María Cristina, pues AlfonsoXIII era todavía demasiado joven para afrontar el gobierno de un país.  Durante la regencia  con el objetivo de evitar los errores que dieron lugar a la crisis del reinado de IsabelII, se llegó al Pacto del Pardo un acuerdo suscrito por Cánovas y Sagasta, que instituyó el sistema de turnos pacíficos en ejercicio del poder entre liberales y conservadores y consolidó la Restauración hasta finales del siglo XIX  y principios del XX.Se promulgó entre otras la Ley de Sufragio Universal

En sus últimos años de regencia se agravó el problema marroquí y se agudizó la conflictividad social. De esta época datan también los inicios del catalanismo político. Además, la pérdida de las tres últimas colonias hispanoamericanas en 1898 y el inicio de la descomposición de los dos partidos del turno al desaparecer Cánovas y Sagasta pocos años después, sumieron al país en una grave crisis, que evidenció de manera clara la inoperancia que adquirió, coincidiendo con el cambio de siglo, el régimen de la Restauración.
En 1902 sube al trono Alfonso XIII  hasta 1931, año en que se proclamó la Segunda República que toca su fin en 1939 con la instalación del régimen de Franco.

Valle Inclán nos muestra en su obra la forma de vida de la gente en esta época, así como su forma de pensar, sus preocupaciones... así como el reflejo de una sociedad degenerada, brutalizada, donde abundan las situaciones crueles (sobre todo en las que participa Laureniño, el idiota) en las que predominan el instinto frente a la razón y la hipocresía del "pecador" que solo ve el pecado en los demás pero no en sí mismo. Pero todos pecan, aunque solo sea con el pensamiento, como es el caso de Pedro Galio, el sacristán quien tiene pensamientos obscenos con su hija Simoniña y también se deja llevar por el alcohol, ante la desgracia de saberse cornudo
Fue también una etapa de decadencia para la iglesia ya gran parte de la población cristiana dejaba de creer o bien creía  pero sentía que Dios le daba la espalda como es el caso de, Lucero, que dice creer en Dios pero también dice que Dios nos da lo ignora y afirma, irónicamente ser compadre del mismo diablo.





Contextualización de la obra


Enfrentarse al estudio de una obra dramática de don Ramón del Valle Inclán supone introducirse en una de las aventuras más extraordinarias y originales del teatro mundial contemporáneo. Es muy probable que desde el Siglo de Oro no se hayan dado casos de una revolución literaria tan grande como la que realiza Valle en sus obras teatrales comprendidas entre 1899 y 1930.
Cierto es también que Valle era un adelantado a su tiempo, pues esas obras que hoy son alabadas y elogiadas, y en las que el espectador, o lector, ve reflejados sus problemas, emociones… no tuvieron sin embargo la misma aceptación en la vida del autor. El camino de sus obras hacia el escenario fue más bien lento y tortuoso. Para más señas sobre esto solo hay que ver que su hoy afamada Luces de Bohemia tardó años en llegar a las tablas. Es por esto que resulta curioso, a la par que triste, comparar la trayectoria de Valle en vida con la de su compañero Jacinto Benavente, así como el éxito que hoy dispensa al público: Valle es leído, representado y admirado… Benavente, en cambio, es poco leído y atacado, a pesar de que de vez en cuando va obteniendo algún éxito del público… Valle Inclán, sin embargo era plenamente consciente de la dificultad de su teatro, y de lo difícil que podía ser representarlo.
Pero ni aún con el paso de los, no lejana ya la fecha de su muerte, su pensamiento seguía siendo el mismo, sin conseguir haber hecho más aceptables para los espectadores sus producciones dramáticas.
Como dice Luis Pascual:
 "Existe un miedo terrible al enfrentarse con una obra de Valle Inclán.
A Valle se le llama el "irrepresentable". Durante mucho tiempo se ha
dicho que sus textos, y más especialmente Luces de bohemia, no eran textos
destinados para el teatro, sino, tal vez, fallidos guiones de cine?"

Divinas palabras publicado en 1920, en los folletones del diario El Sol, apareciendo después como libro independiente en ese mismo año, editado por la tipografía Yagües. 1920 es una fecha clave en la producción literaria de Valle. Durante ese año se publicaron algunas de las mejores obras del escritor : Farsa italiana de la enamorada del rey, El pasajero: claves líricas, Luces de bohemia y Farsa y licencia de la reina castiza. El escritor se encontraba en plena madurez literaria y artística. El camino hacia  el esperpento se había abierto definitivamente. Sin embargo Valle no consiguió llevar a escena Divinas Palabras hasta trece años mas tarde.
La obra se estrenó el 16 de noviembre de 1933 en el Teatro Español de Madrid. Fue llevada a cabo la representación por la compañía de Margarita Xirgu y Enrique Borrás, la escenografía fue encargada a Castelao y la adaptación y dirección a Cipriano Rivas Cherif. Sin embargo don Ramón no pudo presenciar la obra, pues fue reclamado por su puesto de director de la Academia Española de Bellas Artes en Roma.
La representación no tuvo éxito alguno, y fue retirada al poco tiempo de su estreno debido a la poca aceptación por parte del público.

Las cosas cambian de forma radical en el importante reestreno de la obra que tuvo lugar en Madrid, el 17 de noviembre de 1961. El local elegido para esta ocasión fue el Teatro Bellas Artes y la adaptación fue obra de Gonzalo Torrente Ballester. Dirigidos por José Tamayo, los actores pertenecían la compañía "Lope de Vega" lograron un éxito total, completo, haciendo conocer por fin al público a don Ramón como autor de teatro. 
Por fin, después de este éxito  el sentido de la obra valleinclanesca parecía calar ya en las mentes de
los espectadores españoles. Su teatro se mostraba como una creación estética de profunda modernidad, en la que, incluso, se podían captar muchos aspectos característicos del teatro universal de actualidad.  

Este cambio en la mentalidad de los espectadores se debe, a parte de a la genialidad de Valle, a que era un público más acostumbrado a obras innovadoras, que se salen del tipo de teatro que durante tanto tiempo predominó en las carteleras españolas.Contribuyó también mayor acercamiento al público de las obras de Valle. A partir de 1960 empezó a reeditarse en colecciones de gran difusión gran parte de sus obras literarias.

     Años después, en 1978, Divinas palabras fue llevado por primera vez al cine, de la mano de 
     Juan Ibañez y posteriormente, en 1987 por José Luis García Sánchez.
En 1992 se estrenó también la versión operística de esta obra.


Obra


Este escritor no consiguió solamente la extraordinaria hazaña de ser un indiscutible maestro de la prosa modernista, si no que además de esto consiguió crear una nueva técnica y estilo totalmente opuesta al modernismo conocida como esperpento.
Como bien he dicho modernismo y esperpento son dos estilos totalmente diferentes, pues si bien el modernismo se caracteriza por la descripción de la belleza y el erotismo, dejando quizás  más de lado el propio contenido el esperpento se caracteriza por una detallada, incluso grotesca, descripción de una realidad deformada y desagradable que se critica; como siempre en este autor, con un gran contenido erótico. En ambos casos el autor demuestra un envidiable dominio del lenguaje, la descripción de ambientes y del ritmo de la acción.
Estas dos etapas principales, la modernista (hasta 1906) y la del esperpento (a partir de 1920) estuvieran separadas por unos años de transición entre ambas. Mientras que la primera puede asociarse a su ideología carlista, la segunda se produce en el periodo en el que crece su compromiso con los temas sociales.

El estilo modernista ya es visible en sus primeras novelas Femeninas (1895) y Epitalamio (1897), 
donde destacan la delicadeza y el preciosismo asociados con este movimiento. 
En los años de guerra y crisis en lugar de dedicarse a criticar la situación, se dispuso a relatar la vida de unos personajes y ambientes que irá reelaborando y que reaparecerán en sucesivas obras. En 1902 publica sonata de Otoño, que es el comienzo de la biografía ficticia de su personaje   el marqués de Bradomín,; en esta obra nos ofrece unos de los mejores ejemplos de prosa modernista de la literatura española. En años sucesivos fue publicando, también a través de las entregas de un periódico, el resto de las sonatas: Estío (1903), Primavera (1904) e Invierno (1905). En cada una de las sonatas el marqués va rememorando con nostalgia las diferentes etapas de su vida, que discurren a su vez en lugares y  ambientes sociales que el autor semeja conocer muy bien. Sin ningún tipo de intención moralizante, y con una narración de gran belleza, el autor describe unas escenas irreverentes y eróticas que escandalizarían a la mojigata sociedad de su tiempo. Estas obras le otorgaron éxito y fama, convirtiéndolo en un maestro de la prosa modernista.

En cuanto al teatro, los inicios de Valle-Inclán estuvieron ligados a los de Jacinto Benavente, con quien colaboró en el proyecto de Teatro Artístico; esto le permitió estrenar su primera obra, Cenizas (1899), que se trata de una muestra de teatro poético en la que se basa en un personaje de su anterior novela, Femeninas; en esta obra se trata el tema de una romántica historia de un amor adúltero, que es descrito, pero no es criticado en ningún momento. Es en este periodo cuando también estrena El marqués de Bradomín (1906) basada en el personaje que ya había desarrollado en las sonatas.

En 1907, publica su primer libro de poemas, Aromas de leyenda, en el que evoca el ambiente de la Galicia del medievo. Ese mismo año comenzó la publicación de la primera de sus Comedias bárbaras, El Águila del blasón,que transcurre también en la Galicia medieval, donde el protagonista se dedica a toda clase de tropelías, especialmente de carácter sexual, realizadas por una familia de caballeros feudales. Esta fue inmediatamente seguida por Romance de lobos, en la que la sexo y violencia son los temas principales. Transcurrirán quince años hasta que el autor finalice la trilogía con una extraordinaria obra sobre un parricidio: Cara de plata. 

 En 1920, aparece por fin Divinas palabras, también situada en la Galicia rural. Alejándose del ambiente aristocrático y épico de las Comedias, aquí se mezcla lo trágico y lo cómico. El autor hace una cruel descripción de unos personajes del más bajo nivel social a los que les ocurren continúas desventuras, narradas con un ritmo y precisión admirables. Se trata de una obra extraordinariamente atrevida, dedicada a las andanzas de unos personajes de lo más miserable, que exhiben, de aldea en aldea, a un pobre enano deforme.
El segundo gran ciclo de la obra de Valle- Inclán es el del esperpento; un estilo literario creado por este autor y que consiste en una grotesca deformación de la realidad para emocionar al espectador. En el mismo año que la antes mencionada Divinas Palabras, Valle-Inclán comenzó a publicar por entregas su obra Luces de bohemia. Esta fue apareciendo en sucesivos números de la revista España, que era una publicación de contenido intelectual donde colaboraban numerosos autores de la Generación del 14. Con Divinas palabras Valle se adelantó a la tendencia de otros contemporáneos suyos -James Joyce en su Ulises (1922)- de concentrar la narración en un espacio de tiempo muy breve; en este caso, menos de veinticuatro horas. La acción de esta obra se sitúa en Madrid, en un ambiente bohemio en el cual el protagonista de manipulado y vejado de forma monstruosa, hasta morir de forma ignominiosa. Aumenta aún más el dramatismo de Divinas palabras, al acentuar su descripción de las miserias humanas; una distorsión grotesca de la realidad. La obra sería reformada cuatro años más tarde, pero no llegaría a ser estrenada en España hasta 1970.

Contextualización geográfica

Los lugares donde transcurre la historia no aparecen con su nombre exacto, si no que Valle los sustituye por otros, aunque a pesar de esto son facilmente reconocibles. La mayor parte de la acción transcurre en Viana del Prior, que en realidad se refiere a Pobra do Caramiñal, aunque también se mencionan otros lugares como AndrásGondarBretalPadrónArnoya...
A parte de los antes mencionados lugares podemos encontrar algunos lugares ficticios como Sanlés.


miércoles, 16 de mayo de 2012

Biografía




Nace en Vilanova de Arousa (Pontevedra) en el seno de una familia acomodada.
Su padre, Ramón del Valle-Inclán Bermúdez (1823 - 1890), heredero de una gran fortuna, tenía reputación como poeta y se interesaba por las investigaciones históricas.
Aunque se suele decir que se inventó el apellido, esto no es cierto. El Registro Civil se crea en España con una ley provisional en 1870 y se introduce en el código civil en 1899. Aun así, en el ámbito rural, las cuestiones relativas al nacimiento, matrimonio y defunción, siguieron dependiendo de los libros parroquiales.
Desde Francisco del Valle-Inclán (1736 - 1804), se pueden apreciar las variantes en el uso, tanto en él como en sus descendientes: "del Valle-Inclán", "del Valle", "Inclán del Valle"... Esto se debe a que los apellidos se empleaban con gran libertad, fundamentalmente debido a cuestiones de herencia. La forma "del Valle-Inclán" fue la que su padre y hermanos emplearon de manera sistemática.
En 1889 Como estudiante de Leyes en Santiago de Compostela, carrera por la que no se interesa ni lo más mínimo y que terminará abandonando, comienza a dar sus primeros pasos literarios en publicaciones locales. Algunos años después (1892) realiza su primer viaje a México donde trabajará como periodista. Será en esta etapa de su vida donde conocerá un movimiento literario que le marcará de por vida: el modernismo. 


En mayo de 1893 regresa a Galicia donde terminará su primer libro conocido -hay otro proyecto anterior, El gran obstáculo, que no vio la luz - titulado Femeninas (1895).
Con su libro recién editado y un puesto en la Dirección General de Instrucción Pública, con sueldo de dos mil pesetas anuales, se instala en Madrid. Su puesto de trabajo era un "momio", es decir, se cobraba el salario sin necesidad de ir a trabajar, lo que le permitió vivir cómodamente y dedicarse a la literatura, aunque apenas se molestó en publicar su obra.



A finales de 1899, durante una discusión en un café, recibe un golpe en el brazo izquierdo. La herida, que semejaba poco importante, era una fractura complicada que al no ser tratada adecuadamente, provocó una grave infección y finalmente la amputación del brazo


En esta época comienzan tiempos duros para Valle-Inclán, ya que perdió su momio, por lo que tuvo que tomar la escritura como modo de vida. 
Entre 1902 y 1905 publicó las Sonatas, que aunque le dieron fama como autor, de ellas apenas sacó ningún beneficio económico. Fundamentalmente sus beneficios económicos residían en colaboraciones en prensa, sobre todo en el prestigioso diario madrileño El Imparcial.
En 1907 contrae nupcias con la actriz Josefina Blanco Tejerina, su compañera y colaboradora durante muchos años. Josefina se encargó de copiar a mano y poner en limpio los originales de su marido además de corregir las ediciones.
En 1908 publica por fin su primer gran éxito en ventas: el primer volumen de La trilogía de la guerra carlistaes.


Valle-Inclán había sido, como muchos otros, su propio editor en sus primeros libros, pero lo que le distinguió fue que, con muy escasas excepciones, continuó con esa manera de trabajar toda su vida.
Esto le permitió una mayor libertad a la hora de diseñar sus libros y también le proporcionaba mayores ganancias, pero a la larga perjudicó a su obra, pues al carecer de una editorial que promocionase sus libros apenas existieron traducciones de sus ediciones durante su vida.


En 1910, como director a nivel artístico Compañía teatral de García Ortega, a la cual pertenecía su mujer, regresa a América. Cuando ya Josefina es una actriz de fama, y Valle-Inclán apreciado por sus conferencias, y habiendo amasado ya un considerable capital, ambos se plantean regresar a Galicia.


Valle Inclán era tenía una ideología política de extrema derecha, para más señas era carlista. Esta postura política se ve reflejada en su obra Voces de gesta (1912).


 A finales de 1912 deciden trasladarse a Cambados (Pontevedra), y tras la muerte de su primer hijo 
a La Merced, en Pobra do Caramiñal (Coruña), donde nacerán la mayoría de sus hijos. 

Es en estos años cuando realiza su viaje al frente francés (1916) y de nuevo a México (1921),con el motivo de dar conferencias en diversos puntos de la geografía española.
Valle-Inclán es un autor conocido sobre el que circulan un amplio número de leyendas que llegan incluso a oscurecer su vida real. También es un gran innovador teatral que con proyectos como El mirlo blanco o El cántaro roto, apenas legará a veren los escenarios el estreno de sus obras.


Tras la separación de su esposa y la quiebra de la compañía CIAP, Valle-Inclán se encuentra atravesando una tortuosa situación económica. Sus amigos en cargos políticos de la república le conseguirán dos nombramientos, el último de ellos como Director de la Academia de España de Bellas Artes en Roma.
Nada contento con este puesto enfermo y cansado, regresará a Santiago de Compostela para tratarse en el sanatorio de su amigo Manolo Villar, donde fallecerá el 6 de enero de 1936.