jueves, 17 de mayo de 2012

Contextualización histórica

A pesar de que la obra en principio es ahistórica podemos ubicarla fácilmente en la España de la restauración.
Desde 1875 hasta 1885 en España gobierna AlfonsoXII. Fue un reinado bastante pacífico que finalizó con su prematura muerte provocada por una tuberculosis. Tras la muerte de AlfonsoXII comenzó la regencia de María Cristina, pues AlfonsoXIII era todavía demasiado joven para afrontar el gobierno de un país.  Durante la regencia  con el objetivo de evitar los errores que dieron lugar a la crisis del reinado de IsabelII, se llegó al Pacto del Pardo un acuerdo suscrito por Cánovas y Sagasta, que instituyó el sistema de turnos pacíficos en ejercicio del poder entre liberales y conservadores y consolidó la Restauración hasta finales del siglo XIX  y principios del XX.Se promulgó entre otras la Ley de Sufragio Universal

En sus últimos años de regencia se agravó el problema marroquí y se agudizó la conflictividad social. De esta época datan también los inicios del catalanismo político. Además, la pérdida de las tres últimas colonias hispanoamericanas en 1898 y el inicio de la descomposición de los dos partidos del turno al desaparecer Cánovas y Sagasta pocos años después, sumieron al país en una grave crisis, que evidenció de manera clara la inoperancia que adquirió, coincidiendo con el cambio de siglo, el régimen de la Restauración.
En 1902 sube al trono Alfonso XIII  hasta 1931, año en que se proclamó la Segunda República que toca su fin en 1939 con la instalación del régimen de Franco.

Valle Inclán nos muestra en su obra la forma de vida de la gente en esta época, así como su forma de pensar, sus preocupaciones... así como el reflejo de una sociedad degenerada, brutalizada, donde abundan las situaciones crueles (sobre todo en las que participa Laureniño, el idiota) en las que predominan el instinto frente a la razón y la hipocresía del "pecador" que solo ve el pecado en los demás pero no en sí mismo. Pero todos pecan, aunque solo sea con el pensamiento, como es el caso de Pedro Galio, el sacristán quien tiene pensamientos obscenos con su hija Simoniña y también se deja llevar por el alcohol, ante la desgracia de saberse cornudo
Fue también una etapa de decadencia para la iglesia ya gran parte de la población cristiana dejaba de creer o bien creía  pero sentía que Dios le daba la espalda como es el caso de, Lucero, que dice creer en Dios pero también dice que Dios nos da lo ignora y afirma, irónicamente ser compadre del mismo diablo.





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